Cómo crecen los hijos, verdad? Y cada avance en su desarrollo es un paso más para dejar poco a poco de ser niños. Y los padres lo celebramos todo: su primera palabra, el primer diente que le sale, sus primeros pasos, que coman solitos… Pero os voy a decir algo, a mi hija de 5 años se le ha caído el primer diente y me ha sentado fatal.

Sí, cómo lo lees… Me dio una penita cuando se le empezó a mover… Y ya cuando se le cayó 😦 Poco a poco deja de ser mi niña pequeña y qué queréis que os diga, me da pena que crezcan tan rápido.

En fin, sentimentalismos aparte, el hecho de que se le caiga un diente ha sido un gran momento, sobre todo para ella. Así que su padre y yo empezamos a construir una casita para el Ratoncito Pérez.

Nos cogió un poco el toro, porque pensábamos que tardaría más en caer ese primer diente. Pero llegamos, por los pelos.

Del diseño y construcción de la casita se ha encargado mi marido, que para eso es aparejador y muy manitas, jeje

Cortó las piezas.

Y las pegó.

Una vez montada la casita del Ratón Pérez, la pinté de blanco.

Le pusimos unos palitos a modo de tejado.

Con sellos y tinta le hice un zócalo.

Un cartelito para la entrada.

Unas guirnaldas con un poco de washi tape y baker twine.

Un poco de rotulador para terminar de adornar.

Y lista la casita para que el Señor Pérez recogiera su diente, que dejamos dentro del bolsillo del ratoncito de fieltro que una amiga del cole le había regalado a mi hija. Yo hice uno parecido para el niño de una amiga, lo tenéis AQUÍ.

Y aunque no os pongo fotos, el Ratoncito Pérez le dejó a mi pequeña un libro para que lea, dinerito y una nota en la que le decía que el dinero es para que compre pasta y cepillo de dientes, que a él le gustan los dientes sanos y limpios 😛

Qué os ha parecido la casita del Ratón Pérez? Os gusta? Mi hija quedó encantada y yo también, la verdad 🙂