Hace tiempo que quería hacer flores, pero necesitaba un molde específico para este dulce.
Así que aprovechando que mi suegra me los ha prestado, me ha dado la receta y tengo unos días libres, pues me he puesto manos a la obra.
La receta no puede ser más fácil. Aunque tengo que decir que no han salido con toda la buena apariencia como me hubiese gustado, entre otras cosas porque el perol era muy grande y el fuego no calentaba todo el aceite, y también porque ésta no cubría por completo la flor.
Pero de sabor están genial y para la próxima seguro que salen más lucidas, jeje 😉
Ingredientes:
- Huevos
- Harina
- Agua
- Aceite
- Azúcar
- Canela
Por cada huevo que usemos, debemos añadir una cucharada de harina y otra de agua. No hay más.
Y hay que tener en cuenta que de cada huevo salen unas 3 flores. Así que podéis organizaros según la cantidad que queráis hacer.
Mientras ponemos el aceite a calentar en el perol y también el molde, batimos los huevos con sus respectivas cucharadas de harina y agua (por ejemplo, para 12 huevos, añadimos 12 cucharadas colmadas de harina y 12 de agua).
Una vez que está muy caliente el molde, lo sacamos del aceite y lo metemos en la masa.
Después lo metemos en el aceite y lo sacudimos suavemente para que se despegue la flor del molde.
Cuando esté doradita, le damos la vuelta. Y la sacamos dejando que escurra el aceite. A medida que se va gastando la masa, las flores salen más pequeñas y un poco más feas 😛
Después la pasamos por azúcar con canela (con un poco de ayuda de mi hija, jeje).
Y éste es el resultado. Por cierto, que estas flores dulces han volado!!!
🙂
Riquísimas estaban! Si son las que probé yo, claro. Pero si son otras, igual de buenas seguro. 😉
Las que tú probaste bella 🙂
Gracias!! Besos